Misión

CoArtRe es una Corporación sin fines de lucro que nace en 2001 con la finalidad de fortalecer el trabajo artístico al interior de los centros penales, que su fundadora, Jacqueline Roumeau, venía realizando desde 1998. Producto de esta experiencia pionera, se han realizado obras de teatro bajo un modelo propio denominado Teatro Carcelario Testimonial: “Pabellón 2 – Rematadas”, “Colina 1, Tierra de Nadie” y Sangre, Cuchillo y Velorio, entre otras”, interpretados por hombres y mujeres que hoy se encuentran en libertad y reinsertados en la sociedad. Actualmente, somos parte del Programa otras Instituciones colaboradoras (POIC) del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, lo que nos reconoce como una Corporación que colabora con el Estado de Chile en el desarrollo de políticas públicas en el ámbito de las artes y la cultura.

Buscamos que las personas vulneradas por una sociedad poco inclusiva; privados de libertad, jóvenes, inmigrantes, ex internos, vivan un profundo proceso de sanación a través de una experiencia artística. Acompañando su proceso de reinserción con apoyo psicológico y social, en conjunto con oportunidades concretas de capacitación laboral y habilitación para el trabajo.

REHABILITACION

A través de una metodología compuesta de cinco fases: conocimiento, creación colectiva, dramaturgia, montaje, producción y difusión, se genera un proceso a partir de las experiencias testimoniales de los participantes y se llega a una estructura dramática. Gracias a improvisaciones teatrales se consigue una catarsis que libera emociones. La dramaturgia se crea paralelamente a los ensayos y el texto final es producto de un trabajo de limpieza y selección, lo que da origen a las puestas en escena basadas en los propios testimonios de los participantes.

REINSERCION

La actual sociedad está en constante movimiento con la reciente y progresiva apertura de visiones que quieren construir un Chile más diverso e inclusivo. Desde ese lugar, CoArtRe se ajusta e incorpora nuevos beneficiarios a su forma de trabajo. A la labor con centros penales se han incorporado los migrantes y los pueblos originarios porque es importante contribuir a la convivencia, respeto, aceptación, bienestar y visibilizar temáticas urgentes para el desarrollo país.